En el marco del Almuerzo por el Día del Gas y del Petróleo, organizado por el IAPG, desde GAPP participamos una vez más con mesas reservadas para nuestras empresas socias, acompañando a más de 70 representantes de PyMEs industriales que forman parte activa de la cadena de valor energética argentina. Fue una jornada de intercambio, diálogo y construcción de vínculos, pero también un espacio clave para tomar dimensión del escenario que enfrenta hoy la industria.
El 2026 se perfila como un año clave en Argentina, en el que varios proyectos que no tuvieron el impacto esperado en el 2025 podrían ingresar en etapas de construcción y desarrollo de yacimientos e infraestructura (como el tramo 2 del Gasoducto Perito Moreno, Vaca Muerta
Oil Sur -VMOS, Los Toldos II Este, entre otros). Cuando eso suceda, el desafío estará en combinar este enorme potencial hidrocarburífero con una industria nacional consolidada y productiva, generadora de empleo y tecnología; un tramado industrial con probada capacidad para acompañar en calidad y cantidad el crecimiento del sector.
Detrás de cada pozo perforado, los facilites o infraestructura puesta en marcha hay un conjunto de más de 7.000 PyMEs industriales que fabrican válvulas, bombas, recipientes, estructuras metálicas, software, y ofrecen servicios técnicos de alto valor agregado. De la misma forma, detrás de la especialización técnica está el trabajo humano, y es que hoy el sector PyME genera alrededor de 200.000 puestos de trabajo.
Estas empresas -con décadas de experiencia y mucha inversión y apuesta por el país- constituyen el verdadero músculo que sostiene la actividad energética, porque aportan empleo calificado y tecnología competitiva a nivel internacional.
Si bien el 2025 no cumplió con las expectativas esperadas y fue un año complejo por la baja recepción de orden de compra, capacidad ociosa y falta de financiamiento, un 60% de las empresas que conforman el GAPP se mostraron altamente optimistas o expectantes frente a qué esperar del sector y el impacto en su empresa para el 2026, según nuestro último Monitoreo de Actividad de PyMEs Industriales Oil & Gas.
El mismo reporte demuestra que, aunque el 31% de las empresas tuvo que disminuir su plantel de trabajadores -una decisión difícil para las PyMEs, en donde la retención del talento es vital y despedir siempre es un último recurso-, un 47% de las empresas mantiene su personal pese a las dificultades.
El esfuerzo de este eslabón clave de la cadena de valor de Oil & Gas no debe quedar relegado si queremos que la Argentina efectivamente transformé sus recursos naturales en un motor de industrialización, innovación y exportación tecnológica, siguiendo el modelo noruego.
En esta línea, y en contraposición a la idea de que la mejor política industrial es la que no existe, el nuevo Congreso deberá promover una política industrial activa que incentive y potencie el desarrollo de la tecnología argentina para la cadena de valor de Oil & Gas. El alivio fiscal y el fomento a la participación de empresas nacionales, así como la articulación entre operadoras, compañías y actores públicos, serán decisivos para nivelar la cancha y que las PyMEs industriales salgan a competir al mercado en igualdad de condiciones.
En el mes del Petróleo y el Gas, la reflexión es tan simple como contundente: Argentina cuenta con un tramado industrial con las capacidades y el talento necesario para abastecer y dar soporte a los proyectos de Vaca Muerta. Si queremos que el país crezca a la par de su desarrollo energético, la tecnología argentina y la industria nacional deberán ser las protagonistas.